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Valores éticos fundamentales​​

 

 

Escoger determinados valores éticos entre los múltiples que componen nuestras sociedades y filosofías de vida puede ser difícil, pero sí hay cinco que destacan por encima de otros por la importancia que tienen en todos los niveles. Estos son: respeto, justicia, responsabilidad, honestidad y libertad.

A continuación, damos ejemplos para su mejor entendimiento:

  • El respeto: es un valor recíproco que se debe inculcar desde temprana edad. Las personas respetuosas saben apreciar la importancia de la familia, las amistades, el trabajo y de todas aquellas personas que están a su alrededor y con quienes comparten.

El respeto como valor es aplicable a lo largo de toda la vida. A través del respeto las personas se pueden relacionar y comprender mejor, así como también compartir sus intereses y necesidades.

Ejemplos de este valor son el respeto a los padres, a las figuras de autoridad, a la naturaleza, a nuestros familiares y amigos, así como el respeto al prójimo, a la naturaleza, a las personas mayores, a la vida, la diversidad, las normas y leyes.

  • La justicia: se refiere a ser equitativo y dar a cada quien lo que le corresponde por derecho. Las personas que imparten justicia deben hacerlo de manera imparcial, responsable y aplicando el conjunto de reglamentos según la ley.

Por ejemplo, cuando una persona incumple con sus obligaciones y comete algún acto indebido como robo o estafa, sabe que deberá ser penalizado a través de la justicia por sus acciones y falta de responsabilidad y ética.

  • La responsabilidad: demuestra las cualidades del ser humano para dar respuesta a los compromisos asumidos bien sean o no de su total comodidad. Las personas responsables son aquellas que cumplen con su palabra y son capaces de analizar situaciones y responder a las consecuencias de sus actos. En algunos casos la responsabilidad está sujeta a un cargo de trabajo, rol social o familiar, entre otros.

Por ejemplo, cuando una persona adopta una mascota se supone que sabe cuáles son sus responsabilidades, es decir, cubrir con sus necesidades básicas de alimento, medicina veterinaria, darle un hogar, amor y responder a todos aquellos actos buenos o no que el animal realice.

 

 

  • La honestidad: pone en evidencia la verdad y la sinceridad. Las personas honestas también son consideradas como responsables, justas y respetuosas.

La honestidad es un valor que abarca todas las acciones y pensamientos del ser humano, genera confianza y no da cabida a las mentiras ni a los engaños. Existen diversos ejemplos de honestidad como pagar una deuda sin esperar a que la misma sea cobrada, no ofrecer o prestar objetos en mal estado si se tiene conocimiento de ello, encarar a una persona y expresarle lo que se piensa sin necesidad de hablarlo a sus espaldas, entre otros.

  • La libertad: es un derecho humano fundamental e inalienable, es decir, es la capacidad que poseen los individuos para tomar decisiones, actuar y asumir sus responsabilidades.

La libertad de una persona no limita la libertad de los demás. Sin embargo, en muchos casos la libertad se encuentra limitada a fin de cuidar y proteger el bienestar general y, evitar el abuso de poder y de autoridad.

Un ejemplo es la libertad de expresión a través de la cual las personas tienen el deber y la necesidad de estar informadas y, de expresar sus opiniones y sentimientos sin afectar a otros individuos.

 

“Ninguna sociedad puede funcionar si sus miembros no mantienen una actitud ética. Ningún país puede salir de la crisis si las conductas inmorales de sus ciudadanos  siguen proliferando con toda impunidad"

"la ética entonces sirve para aprender a apostar por una vida feliz, por una vida buena, que integra como un sobreentendido las exigencias de la justicia y abre el camino a la esperanza"

 

 

Ahora más que nunca necesitamos la ética

 

Ayuda en acción, Oficina de Control Interno – Ministerio de Transporte