Una crisis como la actual pandemia originada por COVID-19 se ha constituido en un riesgo materializado que, además de afectar el bienestar de la población en general, ha tenido un gran impacto en organizaciones de todo el mundo. En este entorno, la auditoría puede cumplir un papel fundamental al evaluar cómo la crisis ha afectado la seguridad de empleados y clientes, así como los procesos al interior de las compañías y acompañando, desde su posición, la toma de decisiones ágiles y objetivas, manteniendo el cumplimiento de las normas profesionales.

Para los auditores, esta situación representa un gran desafío. Hay diversas prioridades por atender y variados y novedosos riesgos por abordar. En particular, la atención y el enfoque de la auditoría son vitales en situaciones tales como la colaboración empresarial, la agilidad en la planificación de auditoría, las capacidades del equipo y los riesgos específicos de auditoría y comunicación.

Por lo que requiere de la aplicación de procedimientos que minimicen desplazamientos o inspecciones in situ y se procuren actividades remotas en cuanto sea posible.

El personal de auditoría trabaja a distancia con un buen aprovechamiento de la tecnología; planificando, interactuando y compartiendo datos sustantivos de manera eficiente para la toma de decisiones.

Iván Rodríguez, colaborador de Auditool y Oficina de Control Interno del Ministerio de Transporte.

•